Sobre mí

Sobre mí

¿Cómo empezar a hablar sobre mí? Me llamo María José y ya has podido ver que me gusta escribir (mira esto) y me encanta leer (y hacer reseñas).

Tengo 3 hijos maravillosos (a ratos) que ya han crecido, por eso puedo disfrutar de un poco más de tiempo para mí.  Aunque ahora han empezado otras preocupaciones. Es increíble hablar con ellos y descubrir el mundo a través de sus ojos. Cada día, desde que nacieron, me enseñan algo. He plantado tres árboles y he escrito un libro: «Relatadas».   Objetivos cumplidos.  

Estoy convencida de que una de las mejores cosas que nos da la vida es viajar, conocer nuevos lugares, otras costumbres y aprender de las experiencias que van surgiendo en el trayecto.

También disfruto caminando, porque me da tiempo de pensar y de inventar nuevas historias.  Por la montaña, por un sendero o por la playa es aún mejor.  Además, soy una apasionada del Camino de Santiago.

Sobre mí Mis Palabras con Letras 1

Nunca he sido excelente en nada, aunque soy de intentarlo casi todo.  Soy zaragocista de las que lloran, prefiero el atardecer, me entretengo con las revistas de decoración y trato de hacer fotos chulas.  Mi grupo preferido, sin ninguna duda, Los Secretos.

Me encanta tapear (sobre todo pidiendo esa última que te permite no hacer comida ya en casa), el teatro, visitar museos, visitar exposiciones y encontrar sitios bonitos, de esos en los que te quedas un buen rato.  Colecciono hipopótamos, no me gusta ir de compras, ni llamar la atención. He subido un tresmil (te lo cuento aquí).

Soy testaruda, muy leal y sé escuchar

Sobre mí Mis Palabras con Letras 2

Sobre mi filosofía

Intento buscar el lado bueno de las cosas y exprimir cada minuto, porque no sabemos cuántos nos quedan.  En los pequeños detalles hay mucho placer por descubrir.  Cada día tiene que ser el mejor y debemos esforzarnos en encontrar el secreto de la felicidad.  Por eso, hay que estar a gusto hasta planchando (tarea que me cuesta especialmente).  Todo lo anterior, teniendo en cuenta la importancia de las raíces. Apuesto por ser positiva y sonreír, pero sé que la tristeza también existe.

Repito constantemente algunas frases: «vive y deja vivir», «lo poco gusta y lo mucho cansa» o «tonto es el que llama tontos a los demás».  Insisto en que hay que alejarse rápidamente de aquello que nos hace daño o no nos permite avanzar.  Procuro no olvidar que el siguiente instante es el decisivo del resto de nuestro futuro. A veces, lo daría todo por ser invisible o por desaparecer.