Visitas Galdós y Zaragoza y Palabras olvidadas Mis Palabras con Letras

Visitas «Galdós y Zaragoza» y «Palabras olvidadas»

Esta semana he tenido la oportunidad de participar en dos visitas diferentes y absolutamente maravillosas: el itinerario literario «Galdós y Zaragoza» y «Palabras olvidadas», un recorrido por la historia de la literatura escrita por mujeres.

Las dos visitas, estaban organizadas desde Zaragoza Cultural.  Y os detallo un poco más de cada una.  Empecemos con las visitas, en esta ocasión por partida doble: «Galdós y Zaragoza» y «Palabras olvidadas».

Visita «Galdós y Zaragoza» 

Datos

  • Lugar: Recorrido por el Casco Histórico de Zaragoza, desde la biblioteca María Moliner, junto al Centro de Historias (antiguo Convento de San Agustín).
  • Participantes: 10 personas por grupos.
  • Duración: 90 minutos aproximadamente.
  • A cargo de: Faetón

Galdós

En el año 1873 el gran escritor español Benito Pérez Galdós publicó una nueva novela de los «Episodios nacionales».  Era la sexta y tenía el título de «Zaragoza».

En esta historia, su protagonista, Gabriel de Araceli, viene como voluntario a defender nuestra ciudad.  Llega en el segundo de Los Sitios.  Y aquí será testigo de emocionantes episodios y terribles desastres.

Ruta 

En esta ruta literaria nos proponen seguir esa trepidante narración de los hechos históricos.  Esos sucesos que nos brinda el autor recorriendo las calles del Barrio de La Magdalena.  Allí es donde se ubican los acontecimientos.

Este escenario privilegiado en el que se mantienen en pie algunas casas de aquella época y que conserva las huellas de numerosos disparos en algunos de sus rincones, nos servirá para ubicar y recrear los acontecimientos narrados.

Recorrido

El punto de encuentro era la Biblioteca Pública María Moliner.  Allí conocimos a Eloy, que iba a ser nuestro guía durante ese trayecto por la historia de nuestra ciudad.  Entramos al Centro de Historias y de ahí nos acercamos hasta el Parque Bruil, donde descubrimos que son esos restos de piedras de molino que se reparten entre las zonas de hierba.

Después, nos adentramos por distintas calles del barrio, como la Manuela Sancho, Los Clavos o la calle Heroísmo, deteniéndonos en la fachada del convento de Santa Mónica o en delante de algunas casas que conservan las huellas de Los Sitios.

Opinión

Me encantó la visita, la disfruté muchísimo, porque siempre se pueden aprender cosas de tu propia ciudad.  Fue realmente interesante y nos acercó de una forma amena a aquellos sucesos que forman parte de la historia de Zaragoza y, por tanto, también de los zaragozanos.  Ahora que no me oyen los franceses, nos defendimos con uñas y dientes, contra un ejército que era el más poderoso del mundo.

Además, como nos explicó Eloy, fue una guerra entre un ejército y la ciudad. Una ciudad defendida con total valentía por sus ciudadanos, pero sin un ejército como el de Napoleón, quien no se podía permitir que ocurriese otro fracaso en sus conquistas como en el primer Sitio.  Su prestigio estaba en juego. Y la batalla fue, no calle por calle, fue casi casa por casa, habitación por habitación.

El recorrido se iba completando con fragmentos de la novela «Zaragoza» de Benito Pérez Galdós.  De modo, que en cada parada, en cada rincón, escuchábamos las palabras del autor, contándonos lo que sucedió en la ciudad, acercándonos a la difícil situación que se vivió.  Así, era más fácil ponernos en su lugar, imaginar cómo se sintieron combatiendo contra un enemigo tan fuerte, cómo defendieron lo suyo, pensando en ellos y también el futuro.

Eloy nos enseñó un arma de las que utilizaban para defenderse y hasta unas balas.  Nos narró cómo se utilizaban y cómo se cargaban. Por un momento, pensamos que iba a sacar de esa bolsa mágica munición para un cañón.  Nos enseñó a fijarnos en los arcos de medio punto y en los agujeros de las fachadas, testimonio atemporal de esos episodios.  Compartió con nosotros una estupenda visita, muy pedagógica y entretenida, que terminó con un merecido aplauso.  Todos los asistentes hubiésemos seguido recorriendo calles fijándonos en los recuerdos del pasado.

Visita «Palabras olvidadas» 

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Datos

  • Lugar: Monasterio de la Resurrección.
  • Día de la visita: había varias opciones (22, 28 y 29 de abril, 5 y 6 de mayo). Yo la hice el día 6 de mayo a las 17.30 horas.
  • Participantes: 20 personas por sesión (las sesiones se realizan por diversas estancias del convento, sentados y con las distancias de seguridad)
  • Duración: 90 minutos aproximadamente (en realidad, fueron dos horas).
  • A cargo de: Zoótropo Teatro

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Sobre autoras

Se habló de autoras ampliamente reconocidas, pero también de otras, la gran mayoría, injustamente tratadas y olvidadas por la historia.  Autoras de muy diferentes épocas y de muy distintos lugares.

Objetivo 

Vivir una experiencia cultural diferente en torno a la literatura escrita por mujeres, recuperar y mantener viva la memoria de algunas de estas escritoras a través de sus textos.

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Entorno

Este recorrido literario se hizo en un entorno ideal: el Monasterio de la Resurrección. Es una de las grandes joyas arquitectónicas de la ciudad, desconocido para la gran mayoría de zaragozanos y que desde hace más de 700 años está habitado por mujeres: las canonesas del Santo Sepulcro.   

Hace ya un tiempo yo tuve la oportunidad de visitarlo, os lo conté aquí.  Pero, ahora he tenido la suerte de visitarlo acompañada de la literatura, de variados textos escritos por mujeres.

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Recorrido

Pasamos por distintas dependencias del convento, por su jardín -la tarde acompañaba, el clima era ideal y no escuchaba ningún ruido-, por el refectorio – donde nos detuvimos en unas palabras de San Agustín-, por el claustro, la increíble sala capitular y la pequeña iglesia.  En cada uno de sus sitios, nos deteníamos para saber más de la historia de esa estancia y para deleitarnos con una gran cantidad de fragmentos, de temas muy variados.

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Opinión 

¡Qué visita más bonita! Puedo decir que fue casi mágica.  Pocas personas y atentas a cada detalle, un entorno maravilloso y poco conocido, una temperatura ideal, unos fabulosos músicos poniendo sonido al silencio y a las palabras de tantas autoras casi olvidadas, los recuerdos de la abuela de nuestro guía, Mariano Lasheras; su cuaderno, la silla dándole su protagonismo, la calma que envuelven esas paredes, la historia que calla y, a la vez, muestra.  Sin duda, perfecta.  Todo empezó con una sencilla pregunta: ¿Alguno de ustedes conoce a…?

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Y partir de ahí, solamente quedaba dejarte llevarDescubrir tantos textos que han escrito mujeres de variada procedencia y de múltiples rincones, porque viajamos a Lesbos, a China, a Sumeria, a Egipto, a Japón, a Al-Ándalus. Y, otras veces, nos quedamos cerca, sin ir tan lejos.  Me pregunto cómo las hojas de un cuaderno pueden esconder tanta sabiduría, tanta verdad, otros puntos de vista casi siempre silenciados.  Aunque es cierto que, en otras partes, supimos lo que algunos hombres pensaban (y se atrevían a publicar) del género femenino.

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Sentí ganas de conocer a la abuela, de preguntarle cosas, de indagar en sus pensamientos, de profundizar en todo lo que hemos perdido.  Y, en otros momentos, me he dejado llevar por mis propios pensamientos, al son de esos instrumentos que simplemente acompañaban, que ponían sonido a un recorrido que llamaba la atención de todos nuestros sentidos, que tan pronto te mecía, como te revolvía por lo injusto de algunas situaciones.

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Por si todo esto fuera poco, terminamos con unas líneas de Irene Vallejo.  Y, sinceramente, creo que todos -o la mayoría- nos hubiésemos quedado allí un buen rato más, sin prisas, sin obligaciones, sin incordios… Simplemente escuchando, simplemente aprendiendo, simplemente disfrutando que, sin duda, no es poco.

En definitiva, gracias por brindarnos la oportunidad de disfrutar de visitas así: «Galdós y Zaragoza» y «Palabras olvidadas».  Gracias por apostar por la cultura y por dejarnos vivir experiencias así. Mañana mismo me apuntaría de nuevo.

 

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