Relato El Hilo de la vida Mis Palabras con Letras

Relato «El hilo de la vida»

Recientemente obtuve el segundo Premio de la XIV Edición del concurso literario “Ciudad de Caspe”.  En esta ocasión ha sido con mi relato «El hilo de la vida».  Os lo conté con detalle en una entrada del blog, concretamente aquí.

Este relato estuvo también entre los 11 finalistas en otro importante certamen literario este mismo año, en el que se habían presentado 601 relatosde 46 provincias españolas y 27 países extranjeros. Tenéis más información aquí.

 

El relato comienza así:

Cada vez que mi abuela me pillaba en mi mundo, se acercaba muy despacio y me daba un susto, seguido de una ristra de sonoros besos, con los mofletes aplastados entre sus palmas abiertas.  Cuando me iba soltando lentamente, como si fuese un adiós definitivo, yo escuchaba casi en un susurro: “mujer ventanera poco costurera” y notaba en su expresión un gesto de orgullo, que me sobrecogía y enternecía a partes iguales.  Mirándola fijamente y con una pizca de arrepentimiento, le respondía que no miraba por la ventana y ella, con una sonrisa y asintiendo con su cabeza, me repetía que sí, que mi imaginación era un boquete gigante, destapado y dispuesto, por el que se escapaba sin remedio mi atención.  Mientras cambiaba de ocupación, añadía que, en su justa medida, la fantasía es una cualidad que, a la larga, da más satisfacciones que decepciones.

***

Nunca le replicaba, contenía las infantiles protestas que se me ocurrían, apretando mi boca con tozuda presión. En la niñez, y únicamente entonces, con ese truco es fácil estirar el silencio, aplacar tus impulsos y evitar perjuicios mayores, que producen más remordimiento que regocijo. Para mí, ella era casi perfecta, con esos ojos de agua, ese moño bien peinado de cabellos dorados y esa elegancia propia de una gran dama de la canción, segura de su encanto y de “no dar puntada sin hilo”.  Admiraba su distinción al andar, su cálida voz y la grácil oscilación de sus manos, que le acompañaban rítmicamente, como dos músicos pendientes de no perder el compás. 

 

Puedes leerlo completo en mi libro:

«Relatadas»

 

Mientras preparo la publicación de este relato en la web, leo en la página 384 del libro «El infinito en un junco» de Irene Vallejo, un fragmento que en el que se refleja la enorme relación entre textos y tejidos, tal y como sucede en «El hilo de la vida».  Por eso, esperando contar con el permiso de Irene, os lo copio:

«Entrelazaban verbos, lana, adjetivos y seda.  Por eso textos y tejidos comparten tantas palabras: la trama del relato, el nudo del argumento, el hilo de una historia, el desenlace de la narración; devanarse los sesos, bordar un discurso, hila fino, urdir una intriga».

 

Espero que te guste.

 

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