Reseña El nido de la araña Mis Palabras con Letras

Reseña «El nido de la araña»

Autora: María Frisa

Páginas: 475

Curiosidades

Voy a comenzar la reseña de «El nido de la araña», recordando que tuve la oportunidad de hacerle una entrevista a su autora, María Frisa.  Podéis leerla aquí.

Entonces le pedí que nos contase algo más de la novela y esto fue lo que respondió:

«Yo soy psicóloga clínica y lo aprovecho para tratar de meterme en la mente de lector y conducirlo por donde quiero que vaya, por eso es una novela repleta de giros, que engancha desde la primera página y con un final que el lector no se espera.
No puedo hablar mucho de la novela sin dar pistas, pero las dos frases de la contraportada la definen perfectamente: “¿Hasta dónde llegarías para proteger a tus hijos? Pienses lo que pienses, cuando termines de leer esta novela habrás cambiado de opinión.”

También le pedí que eligiese una de sus obras y se decantó por este título:

«Elegiría «El nido de la araña», el libro que acabo de publicar. Sencillamente porque creo que cuanto más escribo, más aprendo y mejoro».

En realidad, es una novela de la que no se puede contar casi nada, porque todo lo que se diga puede mediatizar la lectura. Cada treinta páginas, las hipótesis que te has podido ir haciendo como lector se vienen abajo. En la misma, por un lado, se plantea hasta dónde serías capaz de llegar para proteger a tus hijos. Y, por otro, que pienses lo que pienses, cuando termines de leer este libro habrás cambiado tu opinión.

La escritora ha reconocido que le gusta mucho el cine y que si hay un género literario emparentado con el cine, ese es el género negro.  Para ella, cuando se habla de thriller psicológico, casi siempre hacemos referencia a novelas de suspense.  Y, en su opinión, el maestro del suspense, a pesar de los años que han transcurrido, sigue siendo Alfred Hitchcock. En este sentido, su novela es un homenaje a él y en particular a una de sus películas: «Psicosis».

De hecho, al comienzo podemos leer una frase del célebre director:

“No hay ningún terror en un disparo, solo en la anticipación a él”

María Frisa piensa que una persona no conoce lo que es el miedo hasta que tiene hijos. Que pueda ocurrirles algo, es el mayor temor para cualquier padre o madre..

De hecho, ha comprobado que la respuesta instintiva de los padres es que no dudarían en matar para protegerlos.  Pero, como psicóloga, sabe que la respuesta puede complicarse enormemente si se utiliza un experimento ético como el Dilema del Tranvía o la tabla de Carnéades, a los que hace referencia en «El nido de la araña»

Asimismo, ha compartido con los lectores que comenzó la novela de varias formas diferentes hasta que comprendió que debía tener dos partes muy diferenciadas, que funcionasen como contrapunto, con dos voces distintas.

Y ¡atención! «El nido de la araña» es una continuación de «Cuídate de mí» (la anterior novela de María Frisa).  Eso sí, una continuación atípica. Una de las policías de la anterior es la protagonista de esta, aunque ya no trabaja en la unidad. Además, ambas tienen un final inesperado. A «Cuídate de mí», la escritora le tiene un cariño especial; porque trabajó en ella ocho años. No obstante, algunos de sus lectores le dicen que, a ellos, «El nido de la araña» les ha atrapado aún más.

Sinopsis

Katy vive con su hija en un piso de lujo que, tras meses sin trabajar, Katy ya no puede mantener. Así, ambas se ven obligadas a mudarse a un pequeño apartamento de un edificio casi vacío de Madrid.

Poco después, Katy recibe una misteriosa llamada en la que le ofrecen el trabajo de sus sueños. Parece el golpe de suerte que necesitaba. Lo que no imagina es que una compleja telaraña tejida con los errores del pasado se cierne sobre ella y que su peor pesadilla está a punto de empezar.

Un absorbente thriller psicológico que explora tus límites y en el que nada es lo que parece.

«Solo una psicóloga como María podría haber escrito una novela que juega de esta manera con tu mente, te atrapa desde la primera página y te sorprende hasta la última.»
Inés Plana

¿Hasta dónde llegaría una madre para proteger a su hija?

¿Por qué sería capaz de sacrificarlo todo?

Pienses lo que pienses, cuando termines de leer esta novela habrás cambiado de opinión.

Reseña "El nido de la araña" Mis Palabras con Letras

Mi opinión 

Estructura

El libro se divide en varias partes:

  • Prólogo
  • Primera parte: Katy
    • Cuando el secuestro todavía podía evitarse
    • El secuestro
    • El plan
    • El disparo
  • Segunda parte: Los otros
    • Viernes 24 de mayo
    • Sábado 25 de mayo
    • Lunes 27 de mayo
    • Martes 28 de mayo
    • Lunes 4 de junio
  • Epílogo
  • Nota de la autora
  • Agradecimientos

La historia

«El nido de la araña»  es la historia del secuestro de una niña y la respuesta de su madre a ese hecho, cómo lo afronta, cómo intenta resolverlo, en quién se apoya, cómo le afecta su pasado a la hora de hacerlo.  Ese es el tema principal de la novela y, a partir de ahí, hay mucho más.

Tras ese punto de partida, la maternidad es otro asunto protagonista a lo largo de la obra.  Distintas maternidades, distintas relaciones entre madres e hijos.  Ahí lo dejo, aunque me gustaría contaros muchos más detalles.  No obstante, sí es importante recalcar que aparece constantemente la dimensión del amor de una madre y se cuestiona hasta dónde es capaz de llegar ese amor incondicional.

«Resultaba la más vulnerable porque amaba profundamente a una persona: mi hija. Y el amor era la emoción más próxima al miedo; ambas se imbricaban, como si compartieran idéntica vibración de onda cerebral.  Amar significaba necesitas, y a mayor amor, más miedo a perderlo» (página 134) 

Asimismo, nos encontramos con una evidente denuncia de algunos procedimientos de psicología, algunos experimentos que se utilizaron en el siglo pasado, sobre todo en Estados Unidos.  También, en este caso, paro en este punto para no desvelaros más.

Y hay otros temas vinculados al trabajo que se plasman en las páginas de la historia.  Por ejemplo, se trata como el trabajo en grandes multinacionales lleva a sus altos cargos al límite en algunos ocasiones, las renuncias que deben hacer las madres para ocupar cargos de responsabilidad, el machismo en algunas profesiones o las dificultades para conseguir un trabajo.

«No fue suficiente que después de tan solo tres semanas de baja maternal abandonase a mi hija con una niñera y regresase a mi puesto, cansada pero maquillada con pulcritud.  No querían una madre soltera. Ya había ocurrido antes – con posterioridad calculé que en el 73 por ciento de los casos en los puestos de gestión-. Era una violencia habitual hacia las mujeres, sorda, invisible» (página 42)

Además, se pone de relieve que el pasado marca nuestro futuro, nuestra forma de comportarnos y de reaccionar, nuestras vivencias forjan nuestro carácter, nuestra respuesta ante acontecimientos y nuestra percepción.

En definitiva, la historia es una tela de araña, acorde con su título.  Está llena de sorpresas, de suspense, de análisis psicológico de los personajes, de recuerdos y de situaciones o experimentos incomprensibles hoy en día (aunque es complicado escribir esto ahora mismo, cuando estamos viviendo una invasión, cuando creíamos haber superado conflictos históricos).

Y luego, está la protagonista, Katy.  Es imposible no empatizar con ella, sufrir con ella, tener ganas de arroparla y acompañarla en esa aventura tan cruel.  Ella nos cuenta, en primera persona, sus dudas, sus pensamientos, sus carencias, sus problemas.  De ese modo, consigue que podamos sentir su ansiedad, sus inseguridades, su angustia y sus temores.

Los personajes

Catalina Pradal, Katy, es una madre soltera, que no lo está pasando bien.  Vive en un pequeño piso con su hija y no encuentra trabajo. Tiene cuarenta años, unos enormes ojos claros, carita de muñeca, melena rubia y baja estatura. Es una eficaz y distante economista, licenciada en Matemáticas y Empresariales. No se le da bien inferir las emociones de los otros.  Se equivoca respecto a los sentimientos e intenciones de los demás.  Su mente funciona de un modo demasiado literal.

Trabaja doce años en OMAX, coordinando los departamentos de Análisis Matemáticos de Datos y Evaluación de Riesgos; crea la consultoría PlanDeMarketing (una de sus startups, junto con Innovandia), hace un máster en Negocio Digital, está quince meses en paro, hasta que recibe una llamada.

Zoe es la hija de Katy, tiene cinco años. No sabe atarse los cordones.  Sus ojos llaman poderosamente la atención.  Son únicos, excepcionales, de un gris vaporoso como los de su madre y rasgados como los de su padre.  Su cabello es liso y negro, sus mejillas tersas, su cuerpecito frágil y delgado. Padece de piel atópica.

Gonzalo Márquez es un compañero de Katy en GCM. Su espalda es ancha y su abdomen firme.  La mandíbula cuadrada se esconde bajo una barba perfectamente recortada.  Lleva el cabello oscuro, fosco y abundante, peinado hacia atrás con un ligero tupé. Tiene unos treinta y cinco años. Es un negociador implacable, nunca se rinde.  Conoce la importancia de no aceptar un no por respuesta.

Saúl Batista es otro compañero, subdirector de Servicios Financieros de Inversión y Financiación.  Es un hombre no muy alto, aunque su cuerpo atlético y musculoso emana energía, joven, arrogante e impecable de pies a cabeza: su corte de pelo, su camisa, sus zapatos, su manera de estar, su reloj, hasta la forma en que se aclara la garganta. Tiene anchos pectorales y trabajados bíceps.

Gong Yoo es el padre de Zoe.

Oso Pocho es el peluche de Zoe, con el que duerme.

Javi es el dueño del Lolita Vintage CaféMarcos es su pareja, trabaja como médico en una ambulancia del SAMUR, donde lleva casi una década haciendo el turno de noche.

Óscar es el vecino del primero derecha de Katy, un informático paranoico, es arrogante e irascible.  Ha convertido su amplio y caldeado recibidor en un «cuarto de descompresión». Jamás sube las persianas.  Toca el piano y elige el autor según su estado de ánimo. Sus dedos largos y nervudos brincan de tecla en tecla. Ronda los cuarenta y cinco años. Es alto y flaco.  Su cabeza tiene forma oblonga y lleva el cráneo rasurado. Las largas pestañas y las cejas tan claras le confieren un aire albino.

Robert es un psicoterapeuta con nuevos métodos, camisetas y vaqueros, su cabello despeinado, indomable.

Esther Figueroa es la otra vecina de Katy.  Es una anciana concertista de piano, ronda los ochenta años, es inteligente, sofisticada y caprichosa.  Ha sido una mujer muy guapa y aún conserva el porte, los gestos, la arrogancia.  Tiene una impecable melena blanca. Su perfume es denso, persistente e imborrable.

Inés trabaja en el departamento de Recursos Humanos de GCM. Es una chica guapa y joven con la piel tersa y de porcelana.

Thomas Anderson es el CEO de la empresa. Se tiene por un tipo inteligente y con bastante mano izquierda, aunque utilice frases hechas.

Ramón Molino se ocupa de la parte de ingeniería y desarrollo en la empresa.

Cristóbal Frade se ocupa del área mercantil y administrativa de la empresa. Tiene el pelo oscuro y muy corto y fino, los labios como una cuchillada y la piel aceitunada.

El doctor Carter es un médico.

Emilio es el conductor de la ruta 3 del colegio de Zoe.

Carmen es la monitora del autobús de la ruta 3 del colegio de Zoe.

Los Bescos, los Plana, el señor Llamas fueron vecinos del edificio.

La señortia Croaff es una profesora, tutora.

Luis es uno de los becarios de la empresa.

Nuria es la ayudante de Gonzalo.

Larissa Samper Ibrámova es inspectora de policía.  Mide metro ochenta, su impactante presencia suele ser objeto de atención.  Siempre viste de negro, el único adorno es una pulsera de delicadas filigranas de plata antigua y jade.  Su larga melena rubia natural, la blancura de su piel, sus perfectos pómulos y la inclinación eslava de sus ojos negros delatan su origen ruso.

Ha estudiado bastante acerca del suicidio, es psicóloga. Tiene merecida fama de borde, de inflexible. Es una mujer segura de sí misma, una profesional extremadamente competente.

Ginés Haro es subinspector de policía. Su trabajo es meticuloso y eficiente, es un buen policía. Tiene treinta y dos años, viste vaqueros, camisa con corbata y chaqueta, y emana buena salud por todos sus poros.  Su vitalidad lo vuelve atractivo.  Parece un soldado de élite con su habitual afeitado y el pelo muy corto, que hacen resaltar aún más sus orejas de soplillo.  Su rostro es afilado con un mentón firme, picudo y bien afeitado.

No es hablador, destaca en las tareas de recabar datos.  Adora ir a la caza de información, el orden, aprendió la paciencia observando insectos y arañas.  No le disgusta pasar horas entre informes y listados.

César es amigo de Ginés.

Carlos Gil es inspector jefe de la Policía Judicial, jefe de Lara.

Ángel Blasco es uno de los agentes enviados a inspeccionar la calle Quiijano Maldonado

Enrique Ruesta es el médico personal de Esther.

Víctor Morán es el abogado de Esther.

Ricardo es uno de los maridos de Esther y dueño de varios pisos en el edificio.

El doctor Barreras en un médico.

Juan Millán Calvo, Miguel Ariza e Ignacio Calahorra son los abogados del equipo rival de GCM.

Eusebio Beltrán es otro inspector jefe.

Luis Millán es comisario, amigo y compañero de Lara.

Ana Castillo es una compañera de GCM.

Rosy Celma es una clienta de GCM.

Los lugares

Madrid es la ciudad protagonista del libro.  Visitamos la plaza Soledades (con su mercería, un pizza-kebab, un estudio de interiorismo, un horno de galletas para mascotas y docenas de locales cerrados por la crisis), el número 17 de la calle Quijano Maldonado, con su altura de cinco pisos; calle de Luchana.

Dentro de la ciudad, hay lugares destacados:

  • Global Consulting & Management en La Torre Zuloaga.
  • El Saint Charles es el colegio de la niña, Zoe.
  • El Lolita Vintage Café: muy coqueto con la decoración pastel, el papel de flores, las guirnaldas de luces led, las tazas desparejadas y la música indie.

Se mencionan también Baltimore, Toulouse, Birmingham, Seúl; Milán, su barrio de Brera a los pies del Castello Sforzesco y La Scala; Copenhague; Estocolmo; Barcelona y la Gran Vía de les Corts Catalanes; Ávila; Estados Unidos; Boston, Pinceton, Filadelfia, Providence; Zaragoza; Maryland; Cambridge, Massachusetts; Suecia; Países Bajos; Singapur; Islas Caimán; Curazao; Hong Kong; Israel; Archipiélago de las Bisayas; París; Liverpool; Amsterdam; Bucarest; la Tuna Race Balfegó, en Tarragona.

Referencias 

Armas:

  • Una pistola Astra.

Psicofármacos y medicamentos:

  • Trankimazin.
  • Diazepam.
  • Barbitúricos.
  • Clorhidrato de ketamina.
  • Inyecciones de apomorfina.
  • Ibuprofeno.

Cine y películas:

  • Amanda Seyfried.
  • Hitchcock y Psicosis de la Paramount. Norman Bates y Janet Leigh.
  • Orson Welles y El tercer hombre.
  • Hellen Mirren.
  • Frozen.
  • Marilyn Monroe.
  • Matrix.
  • Nueve reinas.
  • Nosferatu de Murnau.
  • La pianista.
  • La naranja mecánica.
  • Alguien voló sobre el nido del cuco.
  • Canino.
  • Plano, los travellings, los zooms.
  • Otra mujer.
  • El planeta de los simios, con Charlton Heston.
  • Yo anduve con un zombie.
  • Emisario de otro mundo.
  • La invasión de los ladrones de cuerpos.
  • El ataque de la mujer de 50 pies .
  • Un Macguffin o elemento de suspense.
  • 007 y Daniel Craig.

Plataformas: 

  • Wallapop.

Personajes y dibujos animados:

  • Pikachu.
  • La Patrulla Canina.
  • Cruella de Vil.
  • Minnie.

Servicios, Agencias, Entidades, Instituciones:

  • SAMUR.
  • NASA.
  • Hacienda.
  • Secretaría de Estado de Seguridad.
  • El Cuerpo Nacional de Policía, la Academia de Ávila, la Unidad de Policía Científica, Homicidios y la Brigada de Información.
  • Padres Marianistas.
  • El Pentágono.
  • Registro Civil.
  • La Sección de Secuestros de la Brigada de Delitos contra las Personas de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV).

Libros y literatura:

  • Mowgli y el osazo Baloo.
  • Los versos de Giorgio Caproni.
  • J.M. Barrie, el autor de Peter Pan.
  • Allan Poe.
  • Agatha Christie.
  • Sherlock Holmes.

Música:

  • Mozart.
  • Chopin.
  • Mahler.
  • Wagner.
  • Trío n.º 2 op. 100 de Schubert.
  • «Sweet Caroline».
  • La Gymnopédie n.º 1 de Satie.
  • El Aria 39, «Apiádate de mí, Dios mío», de La pasión según San Mateo de Bach.
  • El Réquiem de Fauré.
  • Las cuatro estaciones de Vivaldi.
  • Sonata de Schubert.

Formatos:

  • PDF.

Sonrisas:

  • La sonrisa de Duchenne.

Salas de conciertos:

  • Carnegie Hall de Nueva York.

Estilos:

  • Estilo Luis XV.

Automóviles:

  • BMW.
  • Corvette.

Pianos:

  • Steinway & Sons.

Esquemas:

  • Diagrama de Venn.

Redes sociales, móviles, ordenadores y aplicaciones:

  • Linkedin.
  • SMS.
  • IP.
  • IMEI.
  • SIM.
  • Un troyano.
  • Skype.
  • PowerPoint.
  • Mac.
  • Servicio VPN.
  • Un TOR.
  • La deep web.
  • Excel.

Religión:

  • El Juicio Final.

Bebidas:

  • Aperol Spritz.
  • Un verdejo de Rueda.

Cosmética:

  • Lápiz de labios de Guerlain.

Historia y personas históricas:

  • Catalina la Grande.
  • Pávlov.
  • El psicólogo Max Pulver.
  • Adolfo Federico de Suecia.
  • Jack Daniel, el del bourbon.

Muebles y decoración:

  • La banqueta de plástico verde de Ikea.
  • Sofás Chestefield de cuero.

Ciencia:

  • El dibujo que Santiago Ramón y Cajal realizó a principios del siglo XX de la estructura arborizada de una neurona.
  • La ley de la inercia, o primera ley de la mecánica clásica de Newton.

Televisión:

  • Gran hermano.

Series:

  • Downton Abbey y Maggie Smith en su papel de la condesa viuda.
  • Breaking Bad.

Arquitectura:

  • Antonio Gaudí.

Sistema de notificación:

  • Alerta AMBER.

Enfermedades y comportamientos convulsivos:

  • Hipertensión, arritmias, depresión respiratoria leve y reacciones distónicas.
  • Tricotilomanía.

Empresas de juegos:

  • Nintendo.
  • Konami.
  • Sega.
  • Epic Games.

Percepciones:

  • Locus.

Experimentos mentales:

  • La tabla de Carnéades.
  • El dilema del tranvía.

En resumen… «El nido de la araña»

No es sencillo hacer la reseña de un libro del que quieres contar poco para no desvelar nada.  Intencionadamente he omitido más información de algunos personajes, de algunas referencias, de los temas de la historia, para no ser imprudente y para que podáis descubrirlos en la lectura.  Espero haberlo conseguido hasta ahora y no estropearlo en esta parte que refleja mi opinión sobre la novela.

Pero, sí os puedo adelantar abiertamente que me ha gustado y que, sobre todo, me ha sorprendido y me ha tenido pegada a la trama.  Recuerdo haber subido historias en lnstagram, indicando mi asombro y esas ganas de continuar con el siguiente capítulo, a pesar de tener que madrugar el día siguiente.  Por lo tanto, me ha atrapado y eso me ha pasado desde la primera página, porque empieza fuerte.

También, he pensado en algunas ocasiones que la autora estaba jugando un poco conmigo, con las pistas que me iba dejando, llevándome por el camino que ella quería, con información constante y, al mismo tiempo, utilizada para su objetivo… ¡Y sí! Lo ha conseguido.  Además, de una forma hábil, mostrando sus cartas, sin trampa ni cartón, pero distrayendo mi atención cuando así lo ha considerado.

Sin ninguna duda, las piezas están ahí.  Como os decía, las pistas se van destapando, siempre en el momento justo, con un propósito determinado.  Sin embargo, el ingenio de la escritora te hace sacar conclusiones equivocadas, elaborar deducciones equivocadas o dar por supuestas algunas cosas.  Evidentemente, ese es su objetivo y, ciertamente, lo logra.

Se nota que María Frisa es psicóloga.  De hecho, ella misma ha contado que utiliza sus conocimientos como psicóloga para jugar con la mente del lector.  Se anticipa a sus hipótesis y reacciones para, sin que se dé cuenta, mire en otra dirección.  De esta manera, le manipula (por decirlo de algún modo) para que no descubra las piezas que tiene delante todo el tiempo.

Y es importante destacar esa idea porque, para que el relato sea coherente en todo momento e incluido el desenlace, todas las piezas tienen que estar delante del lector.  De hecho, lo están. A partir de ahí, la escritora tiene que usar bien sus bazas e ir despistando con otros elementos. De hecho, lo hace y ahí radica esa sensación que tienes de que te han engañado.

Asimismo, como os he comentado ya en otro apartado, en el libro aparecen muchos otros ingredientes y eso aumenta su valor.  Es interesante precisamente porque conjuga bastantes y variados componentes.  Si os digo la verdad, yo estaba un poco asustada antes de leerlo porque esperaba encontrarme un secuestro y todo lo que rodea a este suceso.  Y eso no me motivaba en exceso, porque no es un argumento que me apasione, ni siquiera en películas.

Afortunadamente no es solamente eso, porque hay asesinatos, suicidios, rehenes, investigación policial… Y también, psicología: dependencia, autismo, experimentos, maltrato emocional, hipercontrol, aislamiento, locura, pensamiento maquiavélico…  Hay dolor, sufrimiento, egoísmo, temores, dudas, reproches, desconfianza, angustia, venganza, desasosiego, arrepentimiento, recuerdos terribles … Y, al mismo tiempo y en contraposición, hay amor, amistad, entrega, confianza, cariño, compañerismo… Lo tiene todo.

Hay una parte de libro que me ha estremecido.  Me refiero, en concreto, a los experimentos que he ido mencionando en esta reseña y que se relatan en la obra.  Esos horribles ensayos eran procedimientos de psicología conductual que se hicieron sobre todo en Estados Unidos. Se pensaba que estos procedimientos iban a solucionarlo todo y se hicieron auténticas barbaridades.

La nota de la autora, al final del ejemplar, versa sobre este asunto.  En la misma, María Frisa pretende recordar lo que ocurrió en una época no tan lejana. Ella considera que la novela negra es un género de denuncia social y por eso ha querido denunciar en sus palabras escritas esas atrocidades cometidas realmente. A través de los personajes podemos ver los resultados de aquellas crueldades sin sentido.

Es muy destacable en la historia el tema de las relaciones materno-filiales.  Ya son muy sugerentes las preguntas que nos plantea el libro:

¿Hasta dónde llegaría una madre para proteger a su hija?

¿Por qué sería capaz de sacrificarlo todo?

María Frisa ha asegurado:

«El instinto maternal es el más fuerte y poderoso que existe. Más que el amoroso. No se sabe realmente lo que es el miedo hasta que se tienen hijos»
«La araña es, en este caso, un símbolo de la maternidad mal entendida, la de quien asume que sus hijos le pertenecen»

Me ha parecido muy acertada la división de la novela en dos partes, claramente diferenciadas. En la primera es Katy, la protagonista, la que nos narra en primera persona lo que le está sucediendo.  A través de sus pensamientos y lo que ella nos transmite, la vamos conociendo, aunque sin saber a ciencia cierta si nos está diciendo toda la verdad.

Sin embargo, es imposible no ponernos en su lugar, sufrir con ella y empezar a comprender todo lo que pasa por su cabeza, o al menos intentarlo.  Con ella, nos preocupamos por su falta de trabajo, por el fracaso de sus proyectos, por la falta de liquidez, por la estrechez de su casa…  Y empezamos a sentir su amor por su hija, las dificultades que tiene como madre soltera, su amistad con la pareja del café.  Su angustia comienza a ser la nuestra, a pesar de que nos surgen algunas dudas.

En cambio, la segunda parte es diferente, el foco no está tanto sobre Katy, porque aparece una nueva protagonista, la inspectora que lleva el caso, Lara (personaje que aparece ya en una novela anterior de María Frisa).  Ella es una mujer diferente, fuerte y de marcada personalidad, una persona hecha a sí misma, eficiente y algo borde.  No obstante, no es ella la que sigue contando la historia.

En este caso,  es un narrador el que va detallando por días el avance de la investigación.  Y descubrimos nuevos personajes y muchos otros aspectos.  Estos capítulos son más policíacos, más novela negra, porque hay que resolver el secuestro, negocios turbios, un asesinato y varios misterios que se van destapando, entre ellos, una identidad.  Como lectora, te ves obligada a estar alerta y a fijarte en todos los pormenores, ya que quieres anticiparte a la resolución.

Quiero resaltar también la prosa sencilla y concisa de la autora, muy acorde con la inquietante trama de este libro, un thriller psicológico con toques de novela policíaca.  Una verdadera tela de araña, perfectamente tejida, con interesantes giros y un ritmo que va aumentando conforme avanzamos en su lectura, que resulta entretenida y que no da lugar al descanso.

Esto ayuda y contribuye a resaltar el contenido.  Un contenido que suma todo lo que necesita y se espera en  una buena novela de misterio.  Se mantiene al lector expectante y vigilante con diversos recursos (incluidos recuerdos del pasado de los que no voy a decir ni una palabra).  Además, dispone de diversas incógnitas que hay que resolver y que se van planteando con sus correspondientes pistas para que estés alerta.

Por si esto fuese poco, la historia está estructurada en capítulos breves, lo que facilita su lectura y la hace más ágil.  Esas divisiones hace que se mantenga en todo momento la intriga y el interés en seguir avanzando para encontrar respuestas a los interrogantes planteados, para ir cerrando el rompecabezas creado.

Y tengo la certeza de que la escritora ha puesto mucho empeño en que no sea una novela de suspense al uso, con un misterio que haya que resolver y ya está. A base de giros inesperados y bien trazados, la historia acaba siendo completamente diferente. No es un simple secuestro, como parece al principio. La novela tiene otras capas de interpretación, capas que invitan a reflexionar sobre otros temas.

Para ir terminando, os repito (ya lo he comentado en Curiosidades) que la novela es un homenaje a Hitchcock y en particular a una de sus películas: Psicosis.

«El cine no es solo cuestión de historias y actores. Detrás hay un director que mueve los hilos y, dependiendo de dónde coloque la cámara y cómo la mueva, puede transmitir cosas muy diferentes.»

La autora quiso hacer un homenaje a esa película, aunque no es su película preferida, pero sí de las más conocidas. Se trata de un homenaje y por otro una especie de pequeña broma con el lector. De entrada, no asocias, hasta que al final ves que la novela no puede ser más Psicosis.

Después de todos estos argumentos, sí, recomiendo la novela de María Frisa, creo que debe estar en vuestro listado de próximas lecturas. Y, María, si lees esto, espero sinceramente haber sido cuidadosa porque he intentado no desvelar nada, más allá de lo necesario.

Os invito a leer «El nido de la araña».  Después, como siempre, cuando la hayáis leído ¡dejad vuestros comentarios!

Mis fragmentos preferidos 

«De alguna manera, la música le daba sentido al tiempo» (página 53)

«Me intranquilizaba no leer cada palabra, cada línea, pero sabía por experiencia la importancia de causar una buena impresión entre los compañeros, de que el río de rumores que corre subterráneo en todas y cada una de las oficina no arrastrase mi cadáver» (página 55)

«No quería discutir.  Los dos estábamos furiosos y nos diríamos cosas para las que ya no habría remedio.  Palabras que una vez pronunciadas no se podrían retirar ni olvidar» (página 68)

«Son nuestros pensamientos lo que condicionan nuestra realidad, la forma en que la percibimos.  Es tu cerebro el que da las órdenes.  No se trata de lo que afrontamos, sino de cómo lo afrontamos» (página 96)

«No acostumbras saber cuándo es la última vez que vas a estar con alguien, por eso nunca te esfuerzas en ser generoso o divertido, en decir las palabras que el otro desea oír, sin dejar un buen recuerdo.  Crees que habrá numerosas ocasiones posteriores de hacerlo» (página 107)

«Pensé que existen dos tipos de palabras.  Las que se pronuncian porque son verdad y las que se pronuncian porque son lo que el otro quiere escuchar» (página 128)

Los fragmentos que me hicieron reflexionar

«Estaba acostumbrada a que los puestos de dirección los coparan ellos.  Muy pocas rompíamos el techo de cristal.  Se nos exigía un esfuerzo extra: por ejemplo, no ser madres solteras» (página 61)

«Ambos éramos conscientes de que en el trabajo no existían amigos, del perjuicio que suponía mostrar las dudas o los miedos a otros.  La vida se asemejaba a viajar en un avión: ayúdate a ti, primero tu mascarilla.  Si no piensas antes en su bienestar, tampoco podrás ayudar a los demás»  (página 80)

«La adversidad era la mejor maestra.  Enseñaba a no dar nada por supuesto.  A valorar lo que se posee» (página 84)

«Siempre es más sencillo ser generoso con los errores ajenos, esos de los que no debes responsabilizarte, excusarlos» (página 159)

«Estar furiosa es una buena señal porque significa que no te han derrotado» (página 187)

Palabras aprendidas

  • Cascadear: No está en el diccionario de la RAE.  Pero he visto que cascadear. Viene del verbo to cascade (down) -en cascada, hacia abajo-, que en estos casos se refiere a comunicar hacia abajo. Es un término que no apunta a nada bueno, suele ser mandar algún marrón a los empleados inferiores.
  • Ahíta: Que padece alguna indigestión o empacho.  Saciado, harto. Cansado o fastidiado de alguien o algo. 
  • Lisérgica:  Relativo al consumo de alucinógenos.
  • Anterógrada: No está en el diccionario de la RAE.  Pero he visto que anterógrada significa: Que se mueve o se extiende hacia adelante.  En este caso, se refiere a amnesia anterógrada, que supone la incapacidad de formar recuerdos nuevos. Es decir, puede llegar a ser imposible aprender algo nuevo.
  • Heurística: Técnica de la indagación y del descubrimiento.  Búsqueda o investigación de documentos o fuentes históricas.  En algunas ciencias, manera de buscar la solución de un problema mediante métodos no rigurosos, como por tanteo, reglas empíricas, etc.

 

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