Reseña Emocionarte Mis Palabras con Letras

Reseña «Emocionarte»

Autor: Carlos del Amor

Páginas: 232

Curiosidades

Voy a comenzar la reseña de «Emocionarte. La doble vida de los cuadros» indicando que obtuvo el premio Espasa 2020.  Es, por tanto, la consolidación de Carlos Del Amor como uno de los mejores contadores de historias, sean estas inventadas, como en anteriores trabajos, o reales como en esta obra.​

«Es un sueño ganar este premio con un repaso muy personal por la vida de cuadros que de alguna manera nos retratan a todos. Un sueño que, eso sí, provoca vértigo cuando uno se para a repasar la nómina de ganadores de años anteriores. Ojalá los lectores disfruten tanto leyéndolo como yo escribiéndolo»

El jurado presidido por Pedro García Barreno, y compuesto por Nativel Preciado, Leopoldo Abadía, Emilio del Río y Pilar Cortés -en representación de la editorial- destacó que la obra ganadora es un ensayo «original y novedoso que provoca la reflexión y el diálogo, y ayuda a entender y disfrutar los cuadros que presenta».

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Lo siguiente es proclamar que me encantan sus reportajes sobre cultura o cine. Es conocida su labor periodística, siempre ligada a RTVE y enfocada a la cultura. Es habitual verle cubrir los festivales de cine más importantes del mundo y pasear por los principales museos ofreciendo unas crónicas muy reconocibles, que le sitúan como una de las voces más importantes del periodismo cultural de nuestro país.

Y no, no he leído sus obras anteriores. En 2013 debutó en la literatura con el libro de cuentos «La vida a veces»; uno de esos relatos, «El trastero», fue llevado al cine. En 2015 llegaría su primera novela, «El año sin verano», y en 2017 «Confabulación».

La inconfundible voz de este periodista, nacido en Murcia en 1974, nos acompaña también, una vez al año, en la entrega de los premios Goya y en alguna ocasión nos ha hecho llegar, en castellano, la ceremonia de los Óscar.

Sinopsis

Un libro original y novedoso que provoca la reflexión y el diálogo y ayuda a entender y disfrutar los cuadros que presenta.

Con un estilo literario y profundamente divulgativo, seductor y personal, Carlos del Amor nos ofrece un viaje por treinta y cinco obras de todos los tiempos, con especial atención a la pintura femenina y a la española. Un viaje a través de texturas, colores, claroscuros, historias, miradas, vidas, abrazos, besos…, que nos descubre un caleidoscopio donde se aúnan verdad y ficción, historia del arte, imaginación y emoción.

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«El arte es una celebración. Un cuadro no se acaba en lo que encierra su marco, un cuadro vive antes y después de que lo miremos. El marco lo acota y nosotros debemos cruzar esa frontera para hacer que su existencia siga saltando siglos y vidas, y se renueve con cada mirada. Cada cuadro es un cuento, una novela, un relato, y eso he pretendido reflejar en estas páginas: romper el marco y expandir el lienzo hasta donde sea posible».

Mi opinión 

Estructura

«Emocionarte. La doble vida de los cuadros» trata sobre 35 cuadros de todos los tiempos, con especial atención a la pintura femenina y a la española.

El libro se divide en una Introducción, las 35 obras, los Agradecimientos, un Índice de obras y las Fuentes utilizadas.  En los Agradecimientos incluye una dedicatoria a las hombres y mujeres que cuidaron y cuidan de nosotros y a los que nos dejaron, porque se terminó en pleno confinamiento.

Las Fuentes se dividen en: Libros, Catálogos, Páginas web, Audiovisuales y otros.

Carlos del Amor ha dicho:

«El libro es una prolongación de lo que hago muchos días en el Telediario, que es patearme museos y jugar con la imaginación y la realidad intentando descubrir que es lo que se esconde tras esas obras de arte y tras sus autores».

Cada obra se presenta con su fotografía a color y se refuerza con otras imágenes que ilustran aspectos que el escritor destaca en el texto.  Al final del libro se incluye un apéndice con la ficha técnica de cada obra.

E incluye un texto dividido en dos partes.  En la primera, Del Amor nos cuenta una historia, explora en el terreno de la ficción, la vida oculta a la mirada del espectador, moviéndose entre las emociones, la realidad y la fantasía.

Y en esa primera parte, el autor utiliza todo tipo de recursos narrativos para guiarnos en el viaje a cada cuadro: diálogos y monólogos, anécdotas convertidas en cuentos, biografías que parecen ficción, ficciones que bien pudieran haber sido realidad.

En la segunda, los términos se invierten y describe aspectos reales de la obra que escapan a la visión superficial. Nos guía por el cuadro, sus circunstancias y las de su autor, y por elementos que escapan a la mirada superficial.

La historia

En «Emocionarte. la doble vida de los cuadros»  los protagonistas son los cuadros.

A través de esta visión peculiar y original, reparamos en detalles en los que tal vez nunca nos fijaríamos o nos adentramos en relatos que, a lo mejor, nuestra imaginación nunca hubiese hilado.  En cualquier caso, Carlos del Amor nos ayuda a crear un contexto especial para cada obra, más allá de las características técnicas o del titulo elegido.  Y es un viaje que merece la pena.

Hay 1 obra del siglo XVI, 7 obras del siglo XVII, 1 obra del XVIII, 12 del XIX y 14 obras del XX.  La mayoría son de los siglos XIX y XX, porque Del Amor siente debilidad por las pinturas de esas centurias.

También le fascinan los maestros holandeses del XVII, muy bien representados por Rembrandt, Clara Peeters, Johannes Vermeer, Anton van Dyck y Hendrick van Anthonissen.

La pintura española cuenta en el libro con siete representantes: Diego Velázquez, Francisco de Goya, Ángeles Santos, Salvador Dalí, Pablo Picasso, María Blanchard y Juan Genovés.

A las tres mujeres ya mencionadas, Clara Peeters, María Blanchard y Ángeles Santos, hay que sumar las francesas Rosa Bonheur y Suzanne Valadon.

Además, incluye a dos artistas japoneses, Utagawa Hiroshige y Léonard Foujita.  El primero fue un maestro del ukiyo-e, el antiguo grabado de paisajes, mientras que el segundo creó un estilo propio mezclando la tradición japonesa con el expresionismo de la Escuela de París.

Los personajes, años y referencias 

Como os he dicho, los protagonistas de este libro son los cuadros elegidos por el autor, así como sus autores y el contenido de la imagen. Estos son los 35 cuadros seleccionados:

1.- «Un mundo» de Ángeles Santos.

Año: 

1929

Referencias: 

Port Bou, Valladolid y la calle Alonso Pesquera, el Salón de Otoño de Madrid, Federico García Lorca y el  Romancero Gitano, Jorge Guillén, Ramón Gómez de la Serna, El Retiro, Santa Teresa, Sevilla, Juan Ramón Jiménez, Miró y los expresionistas alemanes, Madrid, Marte, Museo Reina Sofía, San Sebastián, París, Estados Unidos, Emilio Grau Sala, la Guerra Civil.

2.- «La callejuela» de Johannes Vermeer.

Año: 

1658

Referencias: 

Delft, Boudejwin, La joven de la perla, El geógrafo, La lechera, Vista de Delft, el Mauritshuis de La Haya, el Schia, Machado, Turner, los rayos X, Frans Grijzenhout (profesor de la Universidad de Ámsterdam, la calle Vlamingstraat de Delft, devastador incendio de 1536, Hopper, Muchacha leyendo una carta, Habitación de hotel.

3.- «Perro semihundido» de Francisco de Goya.

Año: 

1819 – 1823

Referencias: 

La Transición, Reyes, la sala 67 del Museo del Prado, las Pinturas Negras, la Quinta del Sordo, Madrid, la calle del Desengaño, Frédéric Émile (barón d’Erlanger), técnica del strappo, París, Burdeos, Antonio Saura, Turner, El perro, Perro luchando contra la corriente.

4.- «Adán y Eva» de Suzanne Valadon.

Año: 

1909

Referencias: 

Circo Mollier, Marie Clementine Valade, Montmartre, Toulouse-Lautrec, Bessines sur Gartempe, Renoir, Baile de Bougival, La resaca, En el baile, Berthe Morisot, Degas, Erik Satie, Maurice, Miguel Utrillo y Molins, París, la Exposición Universal, André Utter, Adán y Eva, la Sociedad de Bellas Artes, Picasso, Cézanne.

5.- «Autorretrato a la edad de 63 años» de Rembrandt.

Año: 

1609

Referencias: 

Pieter Lastman (su maestro), Saskia van Uylenburch, Geertje Dicks, Titus, Hendrickje Stoffes, Leonardo, Miguel Ángel, Vicent Van Gogh.

6.- «Muchacha de Figueres» de Salvador Dalí.

Año: 

1929

Referencias: 

La calle Monturiol, viajes por Francia, Figueras, Madrid, La Residencia, Federico, Cadaqués, Anna María, Picasso, el mar Mediterráneo, Gala desnuda mirando el mar, el presidente Lincoln, el cementerio de Figueres, Gala, Paul Éluard, René Magritte, la Guerra Civil, Federico García Lorca, La vida secreta de Salvador Dalí, Dalí visto por su hermana, Joven virgen autosodomizada por los cuernos de su propia castidad, Muchacha en la ventana, Muchacha de Figueres, Tristán e Isolda.

7.-  «Las etapas de la vida» de Caspar David Friedrich.

Año: 

1835

Referencias: 

Greisfwald, Elisabeth y Johann (hermanos del autot), La cruz en la montaña, El caminante sobre las nubes, Museo Thyssen, Madrid, Mañana de Pascua; sus hijos Gustav, Agnes y Emma; su sobrino Wilhelm, la costa de Wiltow, Mujer asomada a la ventana, el Romanticismo, 1840.

8.- «Vista hacia el norte del monte Asukayama» de Utagawa Hiroshige.

Año: 

1856

Referencias: 

El monte Fuji, Edo (actual Tokio), Europa, grabados, terremoto de 1855, la escala Ritcher, Ansei, Mattew Perry, el puerto de Uraga, el ukiyo-e (género de grabados en los que el paisaje era el motivo principal), El puente Ohashi en Atake bajo una lluvia repentina, Van Gogh y su Puente bajo la lluvia, el monte Tsukuba, Japón, el fotógrafo Kichiya, 1797, samurais, budismo, 1858.

9.- «Retrato de Madame X» de John Singer Sargent.

Año: 

1884

Referencias: 

Virginie Gautreau, el banquero Pierre Gautreau, Bretaña, Estados Unidos, París, Florencia, Europa, Renacimiento, Salviati y Betsabé reunida con el rey David, Salón de París de 1884, el doctor Pozzi, el machismo, Gran Bretaña, el Metropolitan de Nueva York.

10.- «Interior en la calle Strand. Luz del sol en el piso» de Vilhelm Hammershoi.

Año: 

1901

Referencias: 

Correos, Copenhague, América, el número 30 de la calle de Strandgade en el barrio de Christianshavn (ahora integrado en Copenhague), Vermeer, su Ida leyendo una carta, La danza del polvo en los rayos del sol, Dinamarca, los interiores de Peter Ilsted, su madre Federikke, Whistler, 2012, cuarenta tipos diferentes de blanco.

11.- «Los pichones» de Pablo Picasso.

Año: 

1957

Referencias: 

La obra de Velázquez, la infanta Margarita y el movimiento de Isabel de Velasco, el Mediterráneo, su Málaga natal, las palomas, Las meninas, La Californic, 1957, Braque, el cubismo, 1895, el Museo del Prado, el Gobierno de la II República, la Costa Azul, la bahía de Cannes, nueve telas entre el 6 y el 14 de septiembre, el Boulevard de la Croissete, el Golfe-Juan, Antibes, su padre José Ruiz Blasco, 1949, la colombofilia, Congreso Mundial de la Paz, Françoise Gilot, Paloma, 1968, Jacqueline, museo de Barcelona, Rafael, La peña Montmartre, la Plaza de la Merced.

12.- «El vagón de tercera clase» lde Honoré Daumier.

Año: 

1864

Referencias: 

El Museo del Louvre, Rembrandt, Goya, Alexander Lenoir (fundador del Museo de Monumentos Franceses), la Revolución Francesa, el reinado de Luis Felipe I, 1830, Carlos X, la revolución de 1848, caricaturas, Gargantúa, la plaza de la Concordia, Le Charavari, La Caricature, Miguel Ángel, Rubens, MIllet, Corot, Víctor Hugo, 1879, Valdemondois, Montfermell.

13.- «La feria de caballos» de Rosa Bonheur.

Año: 

1852

Referencias: 

Noviembre de 1800, la Jefatura de Policía de París, Salón de París de 1853, el pintor Raymon Bunher, el filósofo Henri de Saint-Simon, 1835, Nathalie Picas, el Louvre, Rubens, la Escuela de Bellas Artes, el taller de Léon Cogniet, Charles Branch, La balsa de la medusa de Théodore Géricault, Delacroix, Estados Unidos, 1889, Anna Elizabeth Klumpke, el Museo Metropolitano de Nueva York, 1898, semana del orgullo LGTBI, el Museo del Prado, Twitter, El Cid y el tuitero, Luis Pastor, 2013.

14.- «El origen del mundo» de Gustave Courbet.

Año: 

1866

Referencias: 

Constace, el acaudalado y excéntrico diplomático turco Khali Bey, la brasserie de la calle Hautefeuille, la Exposición Universal de 1855, Realismo, El taller del pintor, la Ópera de París, el prestigioso fotógrafo Felix Nadar, El sueño, Joanna Hiffernan (amante del artista), el escritor e investigador Claude Shopp, George Sand (seudónimo de Aurora Dupin), Alejandro Dumas, Hungría, la casa del barón Havatny, la Segunda Guerra Mundial, el psicoanalista Jacques Lacan, la actriz Sylvia Bataille, el Museo de orsay, 1995, 2018, Facebook, Mark Zuckerberg, Francisco de Goya, La maja desnuda, Modigliani, cirrosis.

15.- «El Temerario remolcado a dique seco» de William Turner.

Año: 

1838

Referencias: 

El 5 de septiembre de 1838, Londres, Támesis, el Temerario, batalla de Trafalgar (1805), el Redoutable, el desguace de Rotherhithe, el Almirantazgo, la Armada, 23 de abril de 1775, parhelio (fenómeno óptico), Tormenta de nieve en el mar, Claudio de Lorena, Constable, el Romanticismo, el barrio de Chelsea, el impresionismo, 2005.

16.- «Gótico americano» de Grant Wood.

Año: 

1930

Referencias: 

El señor Mckeeby, Cedar Rapids, condado de Linn, estado de Iowa, el pequeño Grant, Anamosa, la primera Guerra Mundial, Alemania, Munich, Dix, Beckmann, John Sharp, Edward Rowan, pequeño pueblo de Eldon, Capenter Gothic, Estados Unidos, la familia Dibble, su hemana Nan, Mujer con plantas, Europa, Jan van Eyck, matrimonio Arnolfini, la América rural, el crac bursátil de 1929, Instituto de las Artes de Chicago, California.

17.- «Los amantes» de René Magritte.

Año: 

1928

Referencias: 

París, Lessines 1898, Bruselas 1967, Magritte, Picasso, fotografías de Chema Madoz, 1912, su hermano Paul, su madre Regina, el marido Leopold, Freud, Ensoñaciones del paseante solitario, La invención de la vida, La filosofía en el camerín, Georgette Berger.

18.- «Vieja friendo huevos» es de Diego Velázquez.

Año: 

1618

Referencias: 

Sevilla, Vasari, Vignola, Francisco Pacheco, su suegra María del Páramo, el aprendiz Diego Melgar, Cristo en casa de Marta y María, El aguador de Sevilla, la colección de Sir Frederick Lucas Cook, la Galería Nacional de Escocia, Edimburgo, 1955, Juan de Uzeda, 14 de marzo de 1617, el escribano Pedro de Carpio, Caravaggio, el libro Arte de la pintura, Juana Pacheco, Retrato de una muchacha, La sibila, Adoración de los Reyes Magos, sus hijas Francisca e Ignacia, Juan Bautista Martínez del Mazo, Melchor, Gaspar, Baltasar, 1653, el Museo de Historia del Arte de Viena, La familia del pintor, Las meninas, Madrid, Felipe IV, Escocia.

19.- «Los bebedores de absenta» son de Edgar Degas.

Año: 

1876

Referencias: 

París, Café de Nueva Atenas, barrio de Pigalle, Baudelaire, Van Gogh, Lautrec, Rimbaud, 1871, la actriz Ellen Andrée, El café de Manet, Père Lathuille, El final del almuerzo de Renoir, Almuerzo de los remeros, Rolla de Gervex, Marcellin Desboutin, Emile Zola, 1877, La taberna, la Ópera de París, el caso Dreyfus, 1917.

20.- «Camille Monet en su lecho de muerte» es de Claude Monet.

Año: 

1879

Referencias: 

Édouard Manet, Salón de Exposiciones, Camille Doncieux, Alice Hoschedé, Michel, Fréderic Bazille, Almuerzo sobre la hierba, Renoir y Mujer recogiendo flores, Jean, La playa de Trouville, 1870, madame Boudin, Giberny, la serie Los Nenúfares, la cultura japonesa, impresionismo, Impresión sol naciente, Turner, George Clémenceau (primer ministro y jefe de Gobierno durante la Tercera República francesa).

21.- «La casa junto a la vía del tren» de Edward Hopper.

Año: 

1925

Referencias: 

El estado de Nueva York, Norman Bates, Alfred Hitchcock, California, Psicosis, la música de Bernard Herrmann, París, Stephen Clark (uno de los grandes coleccionistas del país), Chop Suey, Habitación en Nueva York, Nighthawks, Habitación de hotel, Museo Thyssen, el fotógrafo americano Eric Pickersgill, Estados Unidos,

22.- «Vista de la playa de Scheveningen» de Hendrick van Anthonissen.

Año: 

1640

Referencias: 

La playa de Scheveningen, torres de la ciudad de La Haya, 2014, Shan Kuang (estudiante de conservación), Universidad del Museo Fitzwilliam, Cambridge, Instituto Hamilton Kerr, Holanda, el MoMA Museo de Arte Moderno de Nueva York, Jarrón de flores de Picasso, la saliva, los rayos X, una ballena, 2014, su cuñado Jan Porcellis, Rembrandt y La tormenta en el mar de Galilea.

23.- «Madrid desde Torres Blancas» de Antonio López.

Año: 

1976- 1982

Referencias: 

21 de junio, edificio diseñado por Sainz de Oiza, nueva zona de Madrid, Castilla-La Mancha, la Torre Iberia, la Puerta del Sol, Tomelloso, Velázquez, el edificio de Torres Blancas, la luz, Rembrandt, Caravaggio, su mujer María Moreno, 21 de abril, 21 de mayo, 21 de julio y 21 de agosto, las 21:40, 1976, 1977, 1978, 1979, 1980, 1981 y 1982; 475 : 16, el cielo, el tiempo, vista aérea de Nueva York, Lucio Muñoz, 1991 y 1994.

24.- «Los tres viajeros aéreos favoritos» de John-Francis Rigaud.

Año: 

1785

Referencias: 

Taller de Restauración del Museo del Prado, Gran Bretaña, 1785, Vicenzo Lunardi, George Biggin, la actriz Leticia Anne Sage, Ana María (jefa del departamento de restauración y conservación de obras de arte del Museo del Prado), Simón (periodista enamorado que protagonizó la primera novela del autor, El año sin verano), 1969, Inglaterra, 1784, un campo de artillería de Londres, Hertfordshire, Madrid, Newton.

25.- «La ronda de los presos» de Vincent Van Gogh.

Año: 

1890

Referencias: 

Su hermano Theo, trastornos periódicos, clínia en Saint-Rémy-de-Provecen, girasoles, habitación en Arlés, grabado de Doré, expresionismo, dos pequeñas mariposas blancas, Gauguin, La noche estrellada, Johanna Van Gogh – Bonger (la mujer de Theo), correspondencia entre hermanos, Monet, 27 de julio de 1890.

26.- «Mujer con guitarra» de María Blanchard.

Año: 

1917

Referencias: 

Esa joroba, el tinnitus, días grises, París, cifoescoliosis, Santander, Madrid, el taller de Emilio Sala, Diego Rivera, Juan Gris, Salamanca, cubismo, Picasso, Braque, misticismo, L’Intransigeant, Federico García Lorca, Castilla, bruja y hada, la huida a Egipto, flores.

27.- «Bodegón con flores, copas doradas, monedas y conchas» es Clara Peeters.

Año: 

1612

Referencias: 

Nicolás, Rubens, Amberes, el cuchillo, los bodegones, peces, quesos, el Nuevo Mundo, realismo, selfies, 1588,1590, 1594, Ámsterdam, La Haya, 2016, Museo del Prado, Madrid.

28.- «Tripe Swirl Fade to Black» de Charles Bell.

Año: 

1994

Referencias: 

Destello, canicas, hiperrealismo o fotorrealismo, Museo Thyssen, Madrid, Richard Estes, Estados Unidos, pop art, la Documenta 5 de Kassel, 1972, Ralph Goings, 1995, la muestra «Maestros Americanos» en el Museo de Arte de Moderno de Sao Paulo, Andy Warhol, The Viking.

29.- «Magdalena Penitente» de Georges de la Tour.

Año: 

1640

Referencias: 

María Magdalena, la sociedad invisible, pinturas nocturnas, claroscuro, Caravaggio, el alemán Hermann Voss, Vermeer, Velázquez, Goya, Rembrandt, Durero, Lorena, Francia, Luis XIII, Italia, la luz nace de un punto concreto, una vela, epidemia de peste, Luneville, la guerra de los Treinta Años, 1652, La sirenita de Walt Disney, Andrés Úbeda (subdirector del Museo del Prado), 2016.

30.- «Desnudo reclinado con toile de Jouy» de Léonard Foujita.

Año: 

1922

Referencias: 

La moda, París, Montparnasse, el café La Rotonde, Japón, Tomiko Tokita, Tauguharu Foujita, 1955, el número cinco de la calle Delambre, Picasso, Matisse, Modigliani, Tokio, el año diecinueve de la era Meiji, 27 de noviembre de 1886, elegancia, pintar mujeres, Alice Prin o Kiki de Montparnasse, Ingres y su cuadro La bañista de Valpinçon, El violín de Ingres, May Ray, la Olimpya de Manet, nyuhashoku, el blanco, El sueño, Museo de Bellas Artes de Asturias, Estados Unidos.

31.- «Sofonisba Anguissola» de Anton Van Dyck.

Año: 

1624

Referencias: 

96 años, el taller de Bernandino Campi, Palermo, 12 de julio de 1624, falta de vista y mano firme, antepasados cartagineses, Asdrubal Giscón, Amilcare, Anibal, hermana Lucía, Pietro María médico de Cremona, los pigmentos, Felipe II, Isabel de Valois, Fabrizio Moncada (virrey de Sicilia), Orazio Lomellino, Génova, Miguel Ángel Buonarroti, 1554, Roma, Vittoria Colonna, la basílica de San Pedro, Rogier van der Weyden, 1618, Pedro Pablo Rubens, Amberes.

32.- «Las estaciones» de Giuseppe Arcimboldo.

Año: 

1573

Referencias: 

Testes composte, las cortes de Praga y Viena, los surrealistas, Dalí, pintor de corte de Maximiliano II, Leonardo da Vinci, el Museo del Louvre, la Gioconda, La primavera, El verano, El otoño, El invierno, el Renacimiento, El Bosco, anaformosis, Stan Lee (el maestro de comics), Groot, Agua, El bibliotecario, el saqueo del castillo de Praga, la guerra de los Treinta Años, Rodolfo II, Carlos V, Sacreo Imperio Romano Germánico.

33.- «Estudio sobre el retrato del papa Inocencio X de Velázquez» de Francisco Bacon.

Año: 

1953

Referencias: 

Goya, escultura de Benlliure, la sala 13, Las meninas, Dalí, Museo del Prado, Velázquez, La familia de Carlos IV, Fernando VII, la calle de la Reina, el Cock, el Greco, Inocencio X de Velázquez, «Troppo vero», Much, el grito, Pablo Picasso, Eric Hall, Peter Lacy, George Dyer, el Grand Palais de París, 1992, José, la habitación 417 de la Clínica Ruber, sor Mercedes, Tyrone Power, 1958, 2009, el Museo del Prado.

34.- «El beso» de Edvard Munch.

Año: 

1897

Referencias: 

Una segunda revolución industrial, 1892, el marrón, radiografiar sentimientos, El beso de Rodin, El friso de la vidaLa pubertad, Madonna, Melancolía, La tormenta, Claro de Luna, El grito o Muerte en habitación-, el amor y la muerte, rayos X, Leonardo, diseccionar almas, alcoholismo, enfermedad, muerte, locura, Van Gogh, angustia humana, Oslo, 1963, museo que lleva su nombre.

35.- «El abrazo» de Juan Genovés.

Año: 

1976

Referencias: 

Su estudio en Madrid, 1976, España, icono, la Junta Democrática, amnistía, la Dirección General de Seguridad, Veronés, la matanza de Atocha, la plaza de Antón Martín de Madrid, Estados Unidos, Chicago, Adolfo Suárez, Museo Reina Sofía, el Congreso de los Diputados, 2016, cuarenta años de la Constitución, fraternidad entre los españoles.

En resumen… «Emocionarte. La doble vida de los cuadros»

Este libro llamó mi atención desde que supe de su existencia.  Me encantó la portada (¡esa lágrima!) y, además, soy historiadora del arte, por eso sabía que tenía que leer este libro más pronto que tarde.  Cuando lo tuve en mis manos me gustó hasta el tacto.  Es un trabajo muy cuidado y eso se nota desde que los tocas y abres su portada.  Nada podía fallar y así ha sido, lo he leído en pequeñas dosis y la historia de cada capítulo me ha sorprendido.

Su planteamiento también es novedoso, porque cada cuadro cuenta con una parte ficticia, imaginada por la mente del autor… Son pequeñas historias que todos podríamos imaginar al contemplar la obra, o al saber un poquito más del cuadro.  ¿Quién no ha dejado volar la fantasía en medio de una exposición? ¿Quién no ha creado, con solo fijarse en los detalles, un relato en torno a cuadro?

«El buen arte hace volar la imaginación y, en muchas ocasiones, más que responder preguntas, las plantea» (página 72) 

Se trata de una especie de ensayo con toques novelísticos y con diversas pinceladas sobre el arte y su historia.  Todo este interesante conjunto supone «una invitación al arte» para quienes se acerquen con curiosidad a estas páginas. Y, sobre todo, yo creo que es una invitación a que los lectores indaguen más allá de lo expuesto, a que se dejen llevar y se animen a hacerse otras preguntas, a pensar más allá de lo que ven.

También intenta que nos interese aprender más cosas del autor o de la autora, de esos artistas que tenían su vida, sus circunstancias, su entorno, sus dificultades, sus metas, sus amores, su contexto.  Porque, sin ninguna duda, es decisivo el momento en que pintaron, en que plasmaron con pinceles esas escenas o bodegones… Por eso, Emocionarte es una invitación al arte, a disfrutar de la pintura en sí, sin olvidar todo lo que rodea a un cuadro.

«En este viaje confirmaremos también algo que es sabido: el devenir real de un cuadro es esclavo de la época en la que se pintó» (página 15) 
«Es curioso ver cómo cambia la percepción de una obra de arte dependiendo de la época y del contexto en el que se realizó» (página 69) 

Como os digo la forma de abordar cada obra es muy, muy original.  Por un lado, se inicia con la historia que le apetecía contar a Carlos del Amor.  La visión que él tiene del cuadro cuando se pone delante y lo contempla. Queda claro que le gusta imaginar qué pudo pasar en ese momento que retrata el autor, qué pensaba, que sentía o cómo afrontaba ese trabajo. Y luego se produce un giro, con otro tipo de letra para distinguirlo claramente.

Esa vuelta de tuerca es divulgativa y ofrece al lector datos concretos que nos ayudan a contextualizar la obra y a comprenderla mejor. Por tanto, existe una atractiva y sugerente dualidad.  Una ficción basada en hecho reales sobre historias que le han contado al escritor, que ha leído, que ha escuchado, que ha aprendido.  Y esa ficción se mezcla con la historia real, con datos y con referencias de interés.  Por eso, el libro se mueve entre la novela y el ensayo, ofreciendo un resultado muy atractivo.

Me ha gustado también la parte reivindicativa desde la admiración del libro, porque nos aproxima a determinadas autoras que se vieron afectadas por la misoginia de la época; por determinadas prohibiciones que las alejaban de dedicarse a lo que ellas soñaban y que hacían con maestría y cualidades suficientes.  La sociedad les negaba un papel, simplemente por ser mujeres, para el que estaban preparadas.

Muchas de ellas eran creadoras de gran talento que no podían ir a un taller a seguir perfeccionando su pintura por el simple hecho de ser mujer, que tenían que firmar con el nombre de su marido para poder mostrar su arte.

«Las mujeres tuvieron que vivir la injusticia de un tiempo en el que se les negaba hasta entrada a los talleres para aprender., no podían competir en igualdad de condiciones con sus compañeros.  La mujer, como mucho solía tener reservado el papel de musa y modelo» (página 16) 

Por suerte, poco a poco pero con paso decidido, las estamos recuperando y ya es más habitual encontrarnos con exposiciones dedicadas a mujeres así.

En el libro, el escritor cuenta los cuadros a su manera, muy del estilo de como lo hace en la televisión, una forma muy personal de acercarnos a la cultura a todos los que nos interesa saber más, a los que nos gusta ver exposiciones, a los que nos apetece disfrutar de puntos de vista distintos, alejados de esos programas llenos de gritos o de sensacionalismo.  Todavía hay cosas que merece la pena ver y, entre ellas, las piezas de Carlos del Amor destacan.

Un periodismo de calidad.  Y para eso es necesario creerse que los cuadros tienen vida, tantas vidas como ojos que los contemplan.  Los personajes de cada una de las obras de arte tienen tantas existencias como miradas que se detienen frente a esa imagen.  Estoy segura de que, en la próxima ocasión, en mi próxima visita por una exposición, voy a contemplar a otros visitantes, imaginando qué vida le estarán dando.

Esta es una novela que puede ser muy interesante para jóvenes lectores, una aproximación a los futuros consumidores de arte, de cultura.  En estas páginas podrán ver que cada cuadro es una aventura, una historia y que ellos pueden añadir sus matices.  Tienen que descubrir que los museos no son lugares aburridos, reservados a personas eruditas.  Tienen que experimentar que son espacios imprescindibles.

Deambular por sus pasillos es un placer más de la vida y nadie debería perdérselo.  Hay opciones para todos los gustos, para todas las preferencias… En la mayoría se ofrecen talleres o visitas pedagógicas que hacen más accesible y más sencillo aprender a sacar partido.  Hay tantos estilos, tantas tendencias que todos podemos encontrar algo que nos enganche, algo que ya nunca dejaremos de admirar.

Asimismo es imprescindible que, con cada cuadro de los que nos presenta, nos traslademos, viajemos a la época en la que se realizó.  Además, vamos a asomarnos a lugares muy dispares, a un mundo cuadrado con muchas capas que la vista va descubriendo, a callejuelas con personajes cotidianos, a talleres de restauración de los principales museos, a ventanas o miradores con muchachas de espaldas, a paisajes orientales o a una granja americana.

La selección es muy variada, muy personal y eso la hace muy especial.  Precisamente por eso, no solo habla de artistas tan conocidos como Velázquez, Goya, Van Gogh, Picasso, Dalí (aunque no con sus obras más conocidas), también nos acerca a otros creadores, a nombres tal vez más desconocidos, como Vilhelm Hammershøi, o como Honoré Daumier, John Singer Sargent o Hendrick van Anthonissen.

Me encanta la defensa que se hace de la modernidad de Goya, descubrir los numerosos blancos que existen, que la saliva es útil para temas artísticos, que un pintor puede volver en múltiples momentos de años diferentes para tener la misma luz, que los destellos pueden ser arte, que unos pichones te pueden devolver a la infancia, que a los rincones más oscuros de nuestro cerebro no llega nadie (salvo nosotros), que un abrazo puede ser una metáfora y que si alguien no forma parte del mismo, puede estar abrazando al futuro.

Ese futuro en el que todo está por hacer, por ver, por imaginar, por pelear.  En el que todo está por abrazar.

Viendo con el cariño que el autor se acerca a cada cuadro, pienso que no tiene preferencias, que todos pueden ser sus favoritos dependiendo de cada instante.

En conclusión, os recomiendo este libro porque es un ensayo atípico, ameno y entretenido, que puede leerse en pequeños ratos, incluso intercalando cada uno de los cuadros con otras lecturas.

Por todo lo anterior y porque el arte es siempre algo placentero que nos aleja lo necesario de peor de la realidad, os invito a adentraros en las 35 historias de «Emocionarte.  La doble vida de los cuadros» y, como siempre, ya sabéis, cuando las hayáis leído ¡dejad vuestros comentarios!

¡Y recordad que los cuadros tienen muchas vidas y que el arte es una celebración!

Mis fragmentos preferidos 

«La imaginación como territorio innegociable es lo que da forma a una de las dos vidas de una obra de arte.  La segunda es la real, que muchas veces parece más de ficción que la que hayamos podido imaginar» (página 15)

«No hay nada como empezar saltándose una enorme regla» (página 22)

«Y por eso ese perro somos todos, porque todos, o prácticamente todos, luchamos a diario contra la corriente.  Todos intentamos vencer en nuestros combates cotidianos, todos miramos hacia arriba buscando aire o respuestas» (página 36)

«Tenían la mirada llena de miedo ajeno, ese miedo que es más cercano a la sorpresa porque no te afecta directamente» (página 38)

«No sabemos en qué momento todo cambia y, sin que nos demos cuenta, altera el devenir de los días y del futuro.  Una decisión puntual, un detalle, es capaz de provocar un torrente de consecuencias que atraviesan años y generaciones» (página 54)

«La vida de una artista siempre viene condicionada por el ambiente en el que creció y, como he comentado en varias ocasiones, por la sociedad del momento, que recibe sus obras de una manera o de otra» (página 91)

***

«Mira chico, una lección que debes aprender: en ocasiones hay que ir a contracorriente, hay que salirse de lo habitual para dejar una impronta o para llamar la atención» (página 120)

«La incomunicación presencial es aquella que se produce cuando dos personas están muy cerca pero, paradójicamente, alejadísimas una de otra» (página 140)

«El arte también es esto.  Es un cuadro al que se le tiene cariño más allá de su autor, de su contenido o de la maestría demostrada.  Es un cuadro que de repente ves en un taller y te atrapa, sobre el que quieres saber más y termina convertido en protagonista de un libro» (página 159)

«Nunca entendí la razón por la cual un objeto adquiere un valor y otros se quedan estancadas en la más baja clase social de los objetos» (página 179)

«Un abrazo es sellar la paz si ha habido guerra o un acto que sirve para celebrar la paz de vivir sin guerra» (página 220)

Los fragmentos que me hicieron reflexionar

«El arte es una celebración.  Un cuadro no se acaba en lo que encierra su marco, un cuadro vive antes y después de que lo miremos.  El marco lo acota y nosotros debemos cruzar esa frontera para hacer que su existencia siga saltando siglos y vidas, y se renueve con cada mirada» (página 16)

«En ocasiones creemos que lo que merece ser pintado, escrito, filmado, contado, es lo que sucede a miles de kilómetros, en algún lugar exótico o en una gran urbe, cuando la vida, tal como es de verdad, está al alcance de nuestra vista.  Solo hace falta saber mirar. Y eso, en ocasiones, es lo más difícil» (página 29)

«O mejor, el tiempo y la vida te pasan… por encima» (página 47)

«Quizá elegí la soledad para dar la espalda a un mundo que no me correspondía a mi transitar» (página 55)

«No hay nada peor para una sociedad que un pasado derrotado, un presente cabizbajo y un futuro dormido» (página 85)

«En ocasiones arrastramos demasiado tiempo lo peor del pasado» (página 94)

«Las cosas se llaman de una manera, pero no hay una ley que diga que ese nombre deba ser eterno o no puede alterarse, o incluso iniciar una nueva andadura dentro del mundo de los objetos» (página 117)

«No hay peor cárcel que la interior, y eso representa esta obra: la cárcel sin barrotes que, sin embargo, no tiene escapatoria» (página 163)

«Pero, cuando te han herido mucho, a veces es difícil matarte» (página 168)

«Al final en los artistas, como en todo ser humano, es el terreno de la infancia el que abona las obras que vendrán» (página 210)

«Como tantos otros artistas murió solo, extremadamente solo, si es que la soledad puede ser extrema» (página 217)

Palabras aprendidas

  • Parhelio: Fenómeno luminoso poco común, que consiste en la aparición simultánea de varias imágenes del Sol reflejadas en las nubes y por lo general dispuestas simétricamente sobre un halo.
  • Anaformosis: Esta palabra no está en el diccionario de la RAE.

 

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