He elegido hoy, un viernes de diciembre cualquiera, para publicar aquí, junto a otros, mi relato «La ruta de la furgoneta». Hace mucho tiempo que tenía ganas de compartirlo porque es uno de los primeros relatos que escribí. Es la historia de una mujer sin suerte, o no, tal vez en el fondo, muy en el fondo, es afortunada. No sé qué pensaréis vosotros.
Ha llegado el momento, con una enorme ilusión y bastante pudor, lo dejo en vuestras manos. Me encantaría que lo leyeseis y que me dieseis vuestra opinión. Como siempre os digo, vuestro parecer será positivo o no, pero siempre será bienvenido.
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El relato comienza así:
El tío de Anatilde emigró muy joven a ese país americano donde las fantasías podían fácilmente hacerse realidad, con dos maletas anticuadas y roñosas, llenas de esperanza y anhelos por cumplir, dejando atrás una patria retrasada y acomplejada, después de un conflicto desgarrador y lacerante. En sus esporádicas y escuetas visitas, repletas de hilarantes anécdotas y extraños atuendos, le traía siempre cómics en inglés, de los que solamente entendía los dibujos y de los que tenía que imaginar el resto en esas páginas, rebosantes de acción y personajes fantásticos.
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A través de sus coloridas viñetas descubrió, con su inseparable y renco amigo Timoteo, la ruta 66, la principal de un territorio forastero e inverosímil para unos ibéricos atados casi permanentemente a su origen. Así, fueron trazando su futuro y virtual itinerario por aquella mítica y famosa carretera que les atraía por alguna misteriosa y contundente razón, convirtiéndose en una secreta obsesión ligada a una etapa inocente y dura, aliviada por sus soñadoras mentes. Ella recorría mentalmente cada kilómetro, figurándose que conducía alegremente en la furgoneta amarilla de su padre.
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Para leerlo completo, lo podéis descargar en el siguiente enlace:
Relato: La ruta de la furgoneta
No sé si os habréis fijado que en la cabecera de mi página, en la ilustración principal, aparece esta furgoneta de la historia. La autora de la ilustración, Sofía Prosper, leyó este y otros de mis relatos. E incluyó algunos de los elementos de mis historias en ese maravilloso dibujo, en esa preciosa acuarela que está colgada en mi habitación, por eso es tan especial para mí.
¿Quieres dejar un comentario? Estoy deseando descubrirlo…
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